Las vías respiratorias, el paraíso de los virus
Dato interesante: existen más de 200 virus del resfriado que mutan continuamente. Un verdadero ejército de agentes patógenos que se aprovecha de la debilidad de las defensas. Las numerosas causas, las distintas zonas que afectan y una prueba indudable: las vías respiratorias siguen siendo la puerta de entrada preferida de los virus del resfriado.
El resfriado lo causan virus que atacan la nariz y la garganta pero que pueden expandirse a los pulmones. Los virus del resfriado se contagian de una persona a otra a través de los estornudos, la tos o con las manos manchadas de moco, por contacto con sujetos enfermos o con objetos contaminados. Precisamente por esta multiplicidad de virus, lo propio no es hablar de “resfriado” en singular sino de “resfriados” en plural.
¿Resfriado? No, resfriados
Los virus de los resfriados pueden sobrevivir en los juguetes, los teléfonos, los pomos, las toallas, las mesas o en otros objetos durante más de tres horas: son superresistentes. De los objetos, el virus se transmite después a la nariz a través de las manos. Una vez alcanzada la nariz, los virus empiezan a multiplicarse y a difundirse hacia abajo, por la garganta, la tráquea y los bronquios, ocasionando dolor de garganta y tos.
Resfriados, más de 200 variantes
Los virus que provocan el resfriado son más de doscientos. Los llamados rhinovirus son los “culpables” más difundidos y también los más contagiosos. A veces el resfriado vírico puede provocar una infección bacteriana que alarma los síntomas de la enfermedad más de dos semanas. Durante la fase álgida del resfriado, puede haber en las secreciones nasales entre 500-1000 partículas virales por mililitro. Al replicarse en la mucosa nasal, el virus provoca en las células infectadas la liberación de histamina, bradicinina e interleucina, sustancias responsables del conocido “goteo nasal”.
Todos los efectos del resfriado en la nariz y en la boca
El resfriado en las vías respiratorias altas, como la nariz y la boca, se manifiesta en forma de rinitis, sinusitis, faringitis y otitis. Son tipos de inflamación de las mucosas que alteran las funciones normales del aparato respiratorio superior y siempre tienen un origen viral. Los niños, también en una única estación, sufren con frecuencia esta patología a causa de la notable variedad de virus con los que pueden entrar en contacto.
Cuando el resfriado produce afonía
En las vías respiratorias medias, el resfriado afecta a la laringe y la tráquea. En este caso el virus del resfriado puede alcanzar también las cuerdas vocales y provocar una reducción drástica del tono de voz. Un caso muy especial de laringitis es el crup (también llamado laringitis espasmódica), término derivado del inglés “gritar con voz ronca” y que afecta casi exclusivamente a niños de menos de cuatro años durante la noche, provocando además inflamación en la garganta. ¿Consecuencia? Tos “perruna”, estridor y ronquera intensa.
Resfriado que degenera en asma
El resfriado de las vías respiratorias bajas alude a una patología crónica, como el asma o la bronquitis. En muchos casos no se trata de un virus sino de una infección bacteriana que, en circunstancias particulares, como la neumonía, puede tener consecuencias graves e incluso mortales.