La mejor temperatura para dormir plácidamente
Pasamos el 30 por ciento de nuestro tiempo durmiendo en nuestro cuarto. La temperatura ideal para levantarse descansado no debe superar los 20 grados, pero también importa el aire que respiramos durante el sueño. Todos estos factores condicionan tu rendimiento cognitivo y son una prioridad si quieres gozar de salud y bienestar a la larga.
La temperatura ideal por la noche, no superior a 20 grados
¿Sabías que la temperatura ideal del dormitorio debe oscilar entre 18 y 20 grados, con una humedad inferior al 50 por ciento? La humedad es un factor clave: si es muy baja puede secar las mucosas y la piel; y si es muy alta, aumenta el riesgo de hongos o moho en las paredes, pudiendo causar problemas en las vías respiratorias.
Para una temperatura ideal, elige radiadores
Si estás haciendo obras en casa, piensa también qué tipo de calefacción quieres tener. Para disfrutar del máximo confort, en términos de temperatura y percepción del calor, utiliza sistemas de radiadores a baja temperatura. Se trata de sistemas de suelo, techo o paredes que calientan la casa, con un flujo de agua a 30 grados. Son el principal avance tecnológico de los últimos años. Piénsalo, podría valer la pena.
Temperatura ideal y humedad: te presentamos los sistemas de ventilación mecánica
Si quieres mantener la temperatura ideal con el porcentaje justo de humedad, no solo dispones de humidificadores. Es verdad que existen los purificadores de aire, pero tienen el inconveniente de que no lo renuevan. Una solución alternativa que podrías valorar es el sistema de ventilación mecánica, un dispositivo que se integra en una ventana y que renueva el aire a la vez que mantiene constante la humedad. Para dormir plácidamente.
El anhídrido carbónico afecta al sueño
¿Sabías que, además de ser el principal responsable del efecto invernadero, el anhídrido carbónico es un gas que puede condicionar el sueño? Si no renuevas el aire del dormitorio de manera constante, el anhídrido carbónico se acumula de forma natural. ¿El resultado? Te levantarás con mal pie y con una desagradable sensación de cansancio.