¡Te lo ruego! ¡Deja de roncar!
Cuántas veces al levantarte has oído la misma frase una y otra vez... ¿Tu compañero o compañera no aguanta pasar las noches en blanco escuchándote roncar? Bien, ha llegado el momento de poner remedio. Para empezar, puedes ponerle un par de tapones de oído bajo la almohada pero, si no quieres quedar como un egoísta, sigue unos cuantos consejos para regalar sueños de oro a quien duerme a tu lado
Primera regla, duerme de lado
¿Tu compañera te dice que roncas cuando duermes boca arriba? Prueba a cambiar de posición. Es una solución bastante sencilla: al dormir de lado la garganta se abre y probablemente roncarás menos.
Dos almohadas mejor que una
Si de veras tienes intención de dejar de roncar, prueba a dormir con dos almohadas debajo de la cabeza en vez de una. Un apoyo más alto que sostenga cuello y garganta mantendrá abiertas y libres las vías respiratorias. Es importante que coloques las almohadas de manera que tu espalda se sitúe en una posición cómoda, ¡no querrás levantarte con dolor de espalda y de cuello al día siguiente!
Haz inhalaciones antes de irte a la cama
Si roncas porque estás resfriado, antes de ir a dormir puedes hacer inhalaciones con agua y bicarbonato o aceites esenciales. Te ayudarán a liberar las vías respiratorias y a dejar dormir a tu compañero/a.
Relájate antes de dormir
¿Sabías que tus ronquidos pueden estar causados por la ansiedad o el estrés? Si estás en un periodo especialmente intenso, lo que debes hacer es intentar relajarte poco antes de acostarte. Piensa en algo que te guste, que te infunda tranquilidad y haz algunos ejercicios de respiración breves.
Deja de fumar
¿Quieres un buen consejo? Si realmente quieres dejar de roncar y te importa tu salud y tu relación de pareja, deja ya de fumar. Debes saber que el tabaco, además de dañar tu salud, obstruye las cavidades nasales, haciendo que ronques sin parar.
Una ducha caliente antes de dormir
Un último remedio casero: toma una ducha caliente antes de ir a dormir y roncarás menos. El vapor liberado por el agua caliente contribuirá a abrir tus cavidades nasales, por no hablar del efecto relajante de una ducha caliente.