Día Mundial del Corazón

29 de septiembre de 2019

El Día Mundial del Corazón es mucho más que una efeméride inventada por una institución sanitaria. Es la mayor campaña de concienciación y comunicación sobre los riesgos cardiovasculares. Hoy, 29 de septiembre, Pic quiere poner también su granito de arena.

HAZ UNA PROMESA CON EL CORAZÓN

El Día Mundial del Corazón es una cita que organizó por primera vez la World Heart Federation en el año 2000 y que tiene lugar el 29 de septiembre de cada año. El objetivo es informar y sensibilizar a las personas, las familias, la sociedad y la clase política invitando a todos a promover iniciativas y actividades que fomenten estilos de vida saludables con vistas a reducir los factores de riesgo cardiovascular, principal causa de esta patología.

Iniciativas de todo tipo y para todas las edades organizadas por más de 200 entidades nacionales que se han unido para impulsar el compromiso de la sociedad médica y de las fundaciones del corazón en más de 100 países. El 29 de septiembre surgirán en todo el mundo miles de puntos de encuentro con revisiones gratuitas, eventos deportivos, maratones, paseos en bicicleta, foros científicos, conciertos, espectáculos, exhibiciones y mucho más.

El lema de la edición 2019 del Día Mundial del Corazón se inspira en la confianza: "Make a Heart Promise", Haz una promesa con el corazón. Una promesa a quien te quiere, a tus familiares, a ti mismo: recuerda que cada año mueren casi 18 millones de personas menores de 60 años a causa de enfermedades cardiovasculares. Existe una preocupante tendencia al alza ya que, según algunos estudios, esta cifra puede llegar a los 23 millones de aquí al 2030. Por eso es importante que actuemos todos y que lo hagamos rápido, partiendo del activo más valioso: la información.

 

NO TODOS LOS FACTORES DE RIESGO SON IGUALES

Cuando se habla de enfermedades cardiovasculares, hay “fatalistas” y “optimistas”: los primeros son quienes piensan que el riesgo cardiovascular es imprevisible, mientras que los segundos opinan que es evitable.

En realidad, la ciencia y la medicina nos enseñan que hay dos tipos de factores de riesgo: evitables (cambiando el estilo de vida o mediante fármacos) e inevitables.

Son factores de riesgo inevitables:

  • la edad: cuanto más avanzada, más fisiológicamente expuesta está una persona.
  • el sexo: los hombres están más predispuestos, si bien el riesgo aumenta en las mujeres después de la menopausia.
  • la genética: tener parientes que han sufrido enfermedades cardiovasculares aún jóvenes (menos de 55 años los hombres y de 65 las mujeres) aumenta el riesgo cardiovascular.

Son factores de riesgo evitables:

  1. El tabaquismo: la nicotina acelera el ritmo cardíaco y el monóxido de carbono disminuye la cantidad de oxígeno de la sangre. El resultado es la aparición de arteriosclerosis, la gran enemiga del corazón.
  2. La tensión: a la larga una tensión arterial alta obliga al corazón a hacer esfuerzos excesivos.
  3. La colesterolemia: cuanto mayor sea la cantidad de colesterol en sangre, más alto es el riesgo de que se deposite en las paredes arteriales.
  4. HDL: son lipoproteínas que transportan el colesterol excesivo de los tejidos al hígado, donde es destruido. Se llama “colesterol bueno” porque es un auténtico depurador de la sangre. De hecho, una cantidad demasiado baja de HDL aumenta el riesgo cardiovascular.
  5. Diabetes: mal controlada, favorece la arteriosclerosis.

 

CONSEJOS PARA CONTROLAR LOS RIESGOS EVITABLES

  1. CONSUMIR MÁS FRUTA Y VERDURA
    Cinco porciones diarias de frutas y verduras de temporada neutralizan la acción de los radicales libres y aportan vitaminas imprescindibles para el buen funcionamiento del corazón (E, C, betacaroteno).

  2. TOMAR MENOS SAL
    Según las directrices de la OMS, los adultos no deben consumir más de 5 gramos diarios de sal. Actualmente tomamos una media de 10-12 gramos al día, pero con solo consumir la mitad reduciríamos un 17% la probabilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares y un 23%, el riesgo de ictus.

  3. HACER EJERCICIO
    Practicar ejercicio físico moderado (caminar rápido, montar en bicicleta, esquiar, nadar) durante al menos 40 minutos 3 veces por semana, ayuda a perder peso, aumenta el “colesterol bueno” HDL y reduce el nivel de triglicéridos y de glucemia.

  4. LA TENSIÓN BAJO CONTROL
    A partir de los 40 años, es importante tomarse la tensión regularmente. ¿Cuáles son los valores normales? Aunque varían en cada persona, por lo general en un sujeto adulto sano se sitúan en 120 la máxima y en 90, la mínima.

  5. PROHIBIDO EL TABACO
    Un fumador tiene 5 veces más probabilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular que una persona no fumadora. Y por si esto fuera poco, fumar es un factor que predispone a la hipertensión. Tampoco los fumadores pasivos se libran, ya que ellos pueden sufrir daños que equivalen al 30% de los fumadores activos.

  6. VIGILAR EL COLESTEROL
    Evita los alimentos ricos en grasas animales (como la mantequilla, los quesos grasos, el tocino, la carne) y el aceite de palma, y apuesta por alimentos ricos en Omega 3, 6 y 9 (pescado azul, aceite de oliva virgen extra, aceite de girasol, semillas de lino, cáñamo y girasol).

  7. PESO Y CINTURA
    El aumento de la grasa corporal, especialmente en el abdomen, puede favorecer las patologías metabólicas (como la dislipidemia y la diabetes), mientras que un aumento del peso corporal puede provocar un aumento de la tensión.

  8. DI SÍ A LOS FRUTOS SECOS
    Almendras, nueces y pistachos reducen la secreción de insulina, la hormona que provoca una retención de sodio perjudicial para el corazón. Picar un puñado de frutos secos, por ejemplo, es ideal para disminuir la sensación de hambre y al ser ricos en fibra y Omega 3 reducen el riesgo de enfermedades metabólicas.

  9. OJO CON LOS ALIMENTOS REFINADOS Y EL ALCOHOL
    Procura consumir menos harina blanca, azúcar y grasas hidrogenadas y más cereales integrales, ya que son ricos en fibras, menos refinados y contienen menos azúcar. Bebe alcohol con moderación, no más de 1 o 2 vasos de vino al día.