A medida que se desarrolle la telemedicina, el problema de la confidencialidad de los datos cobrará cada vez más importancia. Según un estudio de 2016 de la Universidad de Berkeley, en ausencia de una comunicación segura, los datos confidenciales archivados online son vulnerables y pueden hacer que el médico se equivoque, a expensas de nuestra salud.  La blockchain da respuesta a esta necesidad al ser una tecnología que asegura la integridad de los datos digitales, incluidos los relacionados con nuestra salud, encajando las informaciones como piezas de un puzle. Veamos brevemente cómo funciona.

Un libro mayor digital sobre salud electrónica

La blockchain es una especie de libro mayor digital donde se registran y se archivan todas las comunicaciones que se producen en una red de personas. Pensemos en un ejemplo práctico. Estamos en el mundo de la salud electrónica. Imaginemos que en la blockchain se memorizan todas las interacciones online entre tu médico y tú: mensajes de correo electrónico, paquetes de datos obtenidos de tu dispositivo inalámbrico y conversaciones de WhatsApp. Todas estas informaciones son como las piezas de un puzle que no se memorizan en un solo ordenador sino en todos los ordenadores de la red de blockchain, que son el tuyo y el del médico. En la red no existe un ordenador que tenga un acceso privilegiado: todos los datos, en este caso sobre tu salud, están disponibles en toda la red de participantes. En este sentido se podría definir como “democrática” pues hace imposible tener el monopolio de los datos de salud de una persona. Pero, además, la blockchain es irreversible: una vez que se han adquirido las informaciones, nunca pueden cancelarse.

La blockchain garantiza privacidad y seguridad en el ámbito de la salud electrónica

En el ámbito de la salud ya existen dispositivos inalámbricos que permiten enviar electrónicamente los resultados de las mediciones, pero ¿cómo se envían estos resultados al personal médico? Se necesita una tecnología sólida que garantice velocidad de acceso a los datos al tiempo que una privacidad total. La blockchain es hoy un método fiable en el ámbito de la salud ya que ofrece medios de autentificación del paciente y de los médicos en un entorno virtual. Pero ¿cómo funciona? En la blockchain cada registro se inserta en un bloque, por ejemplo, el de los resultados semanales de la tensión arterial. A cada bloque, que podemos comparar con las piezas de un puzle, se le asigna un código único, una especie de huella digital numérica que posteriormente se inserta en el código del bloque siguiente. Así, todos los grupos de información están unidos y parcialmente encajados en el puzle de la blockchain. Sin el código inicial del primer bloque, será imposible acceder a la red. Pero además, la seguridad de tus datos de salud está garantizada también por una especie de control social de la red: para insertar un nuevo registro en la blockchain, es necesario tener el permiso de todos los participantes.  

Blockchain: una tecnología, múltiples aplicaciones

La primera aplicación de la blockchain fue en los bitcoins, la criptomoneda electrónica utilizada sobre todo para hacer compras ilegales en la dark web. Hoy, la blockchain ha conquistado a operadores financieros, bancos, hospitales y redes sanitarias. La blockchain también se emplea en la verificación de la identidad digital de los refugiados, en las proyecciones de Smart City y en el Internet de las Cosas, donde esta tecnología es muy valiosa a la hora de comprobar la fiabilidad de las informaciones transmitidas por objetos y sensores a smartphones y tabletas.