Calma y sangre fría: 4 cosas que se deben hacer y 4 que no se deben hacer a la hora de tratar cortes y abrasiones
¿Te has cortado? No pasa nada, tranquilo. Para actuar ante una herida leve hay varias cosas que hacer: por ejemplo, valorar el tipo de hemorragia y detener el sangrado. Veámoslas juntos.
Bien: valorar el corte o la abrasión
Vale, te has cortado. Para empezar, procura mantener la cabeza fría y no dejar que te invada el pánico porque el tratamiento de cortes y abrasiones requiere un mínimo de lucidez. Debes valorar la entidad del corte o de la abrasión según su profundidad, algo que puedes hacer a simple vista. A continuación, determina la extensión de la herida: si es grande y profunda, acude rápidamente a Urgencias.
Bien: taponar el corte o la abrasión
Las heridas suelen ir acompañadas de hemorragias, es decir, pérdidas de sangre. Si pierdes mucha sangre, deberás acudir al hospital pero mientras, sigue los procedimientos válidos para tratar pequeños cortes o abrasiones. Tapona la herida con una gasa limpia, mejor si la empapas con un poco de agua. En caso de hemorragia arterial, comprime con un cinturón o una camisa la raíz de la extremidad donde te has herido.
Bien: lavar el corte
Ahora que has valorado la gravedad de la herida (¡por suerte no es un corte profundo!), debes desinfectarla con un producto específico como agua oxigenada u otras soluciones para evitar que bacterias y microorganismos puedan infiltrarse en tu cuerpo y causar una infección. Además de eliminar bacterias, el desinfectante corta la hemorragia.
Bien: ponerte un apósito en el corte o la abrasión
Ánimo: ya casi has terminado de tratarte el corte o la abrasión. Ha llegado el momento de ponerte un apósito que te servirá para aislar la herida de posibles amenazas, como virus y bacterias, presentes en el exterior. El primer tratamiento debes hacerlo rápido pero compruébalo a menudo: si la piel entorno a la herida se enrojece, ve al médico.
Mal: poner algodón hidrófilo
Para tratar cortes y abrasiones evita el algodón hidrófilo, también en forma de discos desmaquillantes. El algodón hidrófilo, de hecho, deja en la herida fibras que favorecen las infecciones y retrasan la curación.
Mal: descuidar la higiene
Mantén siempre limpio el corte y no dejes restos de suciedad, sangre ni fluidos en la zona de piel afectada. En ausencia de una limpieza adecuada, la herida tardará en curarse e incluso podría empeorar.
Mal: exponer la herida al sol
Si has tratado bien la herida y ya está cicatrizando, una de las peores cosas que puedes hacer es exponer el corte al sol. La radiación seca la piel y elimina la humedad que la herida necesita para cicatrizar.
Mal: utilizar alcohol
Un consejo: para tratar una herida o una abrasión conviene no aplicar alcohol desnaturalizado. Podrías quemarla y aumentar así el riesgo de infección.