Las quemaduras, a ninguno le gusta el calor
Las quemaduras no solo las provoca el calor, también pueden aparecer por el contacto con sustancias químicas que tienen propiedades corrosivas, como la sosa cáustica y el ácido clorhídrico. Para valorar la gravedad de una quemadura, es necesario medir en primer lugar la extensión de la lesión, la zona del cuerpo afectada y la causa que la ha provocado.
Las quemaduras son lesiones de los tejidos provocadas por el contacto con un tipo de calor elevado o con una sustancia corrosiva. Entre las causas de las quemaduras, que también determinan su gravedad, se incluyen llamas o una pieza de metal incandescente, agua hirviendo y el contacto con sustancias químicas corrosivas, como la sosa cáustica y el ácido clorhídrico. Las quemaduras solares serían otro tema. También en este caso la gravedad de la quemadura depende del nivel de exposición descontrolada a los rayos solares.
Con las quemaduras, el tamaño sí importa
La gravedad de la quemadura depende ante todo de la extensión de la lesión, de la zona del cuerpo afectada y de la causa que la ha provocado. Una quemadura de tercer grado pero de pequeñas dimensiones, por ejemplo, no pone en riesgo la vida. En cambio, una quemadura de segundo grado muy extensa puede tener un pronóstico más grave.
Quemaduras, mapa de las zonas más delicadas
Para valorar la gravedad de una quemadura, es necesario delimitar bien la zona afectada por la lesión. Es importante saber, por ejemplo, si están en riesgo, áreas cutáneas sometidas a estiramiento o partes delicadas de la piel como el cuello o el rostro. La gravedad de las quemaduras que afectan al rostro, los ojos, las orejas y los genitales siempre exige la valoración de un especialista.
Quemaduras, la importancia del calor
Otros factores que determinan la gravedad de la quemadura son el tipo y el calor específico del objeto responsable de la lesión. En general, las quemaduras provocadas por sustancias corrosivas son más extensas. Normalmente se consideran quemaduras graves todas las provocadas por sustancias cáusticas como el ácido clorhídrico, independientemente de su extensión.
La gravedad de una quemadura también depende del tiempo de exposición
Como puede intuirse fácilmente, el tiempo de exposición también influye en la gravedad de una quemadura. Algunas quemaduras de primer grado, con consecuencias menos graves, surgen por el contacto de la piel con objetos a 45 grados de temperatura durante 6 horas consecutivas. En cambio, bastan 2 minutos de contacto con un objeto a 51 grados o un solo segundo con un objeto a 60 grados para provocar una quemadura de la misma gravedad. Un solo segundo de contacto con objetos a 65 grados de temperatura es suficiente para provocar una quemadura de segundo grado.
Las quemaduras solares
Las quemaduras solares las provoca, como su propio nombre indica, la exposición de la piel al calor de los rayos del sol. Como ocurre con los demás tipos de quemaduras, es necesario conocer la profundidad y las dimensiones del área afectada para valorar su gravedad. Cuanto mayor es la zona afectada, mayor será el número de capilares dañados. Las quemaduras pueden provocar en la persona afectada un estado de deshidratación que puede llegar a ser peligroso si la zona quemada supera el 15 por ciento de la superficie de la piel en un adulto y el 10 por ciento en un niño.