Pinchazos de aguja: 3 millones de personas en riesgo
Según los cálculos de la OMS, cerca de 3 millones de un total de 35, casi el 10% de los trabajadores del sector sanitario, se exponen cada año al riesgo de contraer enfermedades por sangre infectada a través de pinchazos con agujas. Pero las agujas se manipulan en muchos entornos laborales: desde las cárceles a los tatuadores, con el peligro de contraer SIDA o hepatitis.
Las agujas son una presencia constante en la vida diaria de algunos trabajadores, como los dedicados a la sanidad y la asistencia, entre otros. El pinchazo de aguja y el contacto con la sangre exponen a riesgos graves relacionados con gérmenes patógenos que podrían transmitir infecciones y graves enfermedades. Por ello, los pinchazos de aguja son un tipo de lesión que no debe desdeñarse y es importante conocer sus efectos y sus riesgos. Precisamente porque el tipo de contacto más común es el que se produce mediante un pinchazo de jeringa, estos accidentes se denominan pinchazo de aguja.
3 millones de personas se exponen a infectarse a través de pinchazos de agujas
La Organización Mundial de la Salud habla de 3 millones de un total de 35, casi el 10 por ciento. Este es el número de trabajadores del sector sanitario que cada año se exponen al riesgo de contraer infecciones por agentes patógenos presentes en la sangre a través de un pinchazo de aguja.
Pinchazo de aguja, atención de 360 grados
Pero los trabajadores sanitarios no son los únicos en riesgo. Otros empleados, como el personal de limpieza de espacios públicos pueden entrar en contacto con jeringas usadas de toxicómanos. Lo mismo cabe decir de quienes trabajan en las cárceles o en el sector del body piercing y el body art, donde se utilizan agujas como técnica de incisión corporal. Otros trabajadores expuestos al riesgo de infecciones transmitidas por pinchazos de aguja son los asistentes sociales, los empleados de funerarias y los de gestión de residuos.
Alarma VIH y hepatitis: los peligros tras un pinchazo de aguja
Los pinchazos con agujas de jeringas pueden transmitir por vía sanguínea los agentes patógenos contenidos en la sangre a la persona que recibe el “pinchazo”. Son muchas las enfermedades que pueden transmitirse por la sangre (virus, bacterias, hongos y otros microorganismos), pero las más peligrosas son el sida y los virus de la hepatitis B y C. La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo ha calculado que las probabilidades de infección tras la exposición a sangre infectada son del 30 por ciento de hepatitis B, del 10 por ciento de hepatitis A y del 0,3 por ciento de sida.
Guantes y vacunas, la mejor protección
Para eliminar el riesgo de transmisión de virus por pinchazos accidentales con agujas en entornos expuestos como el sanitario, deben adoptarse medidas destinadas a reducir el peligro como, por ejemplo, el uso de jeringas de aguja retráctil y guantes.