Vendaje que te aporta tranquilidad
Debes saber que, en caso de cortes, esguinces y otras lesiones o accidentes leves, el vendaje actúa como segunda piel hasta la curación completa. Veremos los distintos productos, como gasas, vendas o apósitos para cada problema que te ayudarán hasta que estés totalmente curado. Con gestos sencillos y con total tranquilidad.
El apósito, una “pieza de recambio” del cuerpo humano
Si has sufrido una lesión leve, en la farmacia encontrarás toda la gama de productos necesarios. ¿Te has cortado? Aplícate un apósito hasta que la herida se cure del todo. El apósito cumplirá provisionalmente las tareas básicas de la piel sana en caso de cortes o heridas. Si por el contrario te has hecho un esguince o te has torcido un tobillo, el vendaje será un válido sustituto de las articulaciones.
En resumen, los distintos tipos de vendaje te ofrecen una completa protección de los llamados “influencias” mecánicas (tales como presión, golpes, rozaduras), de la suciedad, del riesgo de infección, de la deshidratación y de la pérdida de líquidos corporales.
Existen dos tipos de apósitos para tratar una herida
Antes que nada, recuerda que existen dos tipos de apósitos a los que recurrir si te lastimas: el primario es aquel que entra en contacto directo con la herida o laceración y el secundario, que tiene la función de fijar el primario.
Apósitos para las pequeñas heridas
Para proteger pequeñas heridas y quemaduras, los apósitos son la opción ideal. Este tipo de material consta de una membrana adhesiva y son impermeables al agua, a las bacterias y a los agentes contaminantes. Valora siempre la extensión de la herida antes de comprar el apósito, ya que se venden en muchos tamaños. Algunos apósitos mantienen un ambiente húmedo favoreciendo la curación y puedes utilizarlos como vendaje primario o secundario. Para las heridas leves también dispones de gasa, pero solo como apósito primario.
Gasas de algodón para las quemaduras
Si te has quemado o escaldado, puedes aplicarte gasas de algodón para cubrir la zona afectada. Aunque primero debes enfriarla, las gasas estériles te podrán servir como apósito primario, por ejemplo, impregnada de agua fría, y secundario para cubrir lesiones más profundas o tejidos dañados por los rayos solares. Si buscas más practicidad y confort, en las farmacias encontrarás también apósitos específicos para quemaduras solares o generales.
Vendas oculares para las heridas en los ojos
Si te haces una herida en los ojos, deberás aplicarte una venda ocular adhesiva. Suelen venderse en cajas de tampones individuales. Esta venda aísla y protege la herida y permite que transpire sin irritar la piel. No te olvides de lavar y desinfectar la herida con cuidado antes de aplicarla.
Vendajes para tratar esguinces o trastornos venosos
Para tratar esguinces, dislocaciones y otros tipos de “torceduras” no tienes por qué ponerte una aparatosa escayola, sino que bastará con usar las vendas necesarias. También existen vendas elásticas de compresión, específicamente diseñadas para tratar tus problemas venosos. Recuerda que la venda debe estar limpia, pero no necesariamente estéril. Si la usas como vendaje secundario, aplícalas de manera que fijen el apósito pero procura no apretarlas demasiado: ¡nunca deben cortar la circulación sanguínea!