Aerosol: todos los accesorios para las vías respiratorias
Todos los aerosoles cuentan con un tubo de conexión, la ampolla o esfera donde se introduce el fármaco y los accesorios para inhalarlo, que son: la boquilla, la mascarilla, la horquilla y la ducha nasal. Veamos juntos los pros y los contras de todos estos accesorios.
Boquilla, el accesorio ideal pero no para los niños
El mejor accesorio para el tratamiento con el aerosol es la boquilla porque te permite inhalar el fármaco sin riesgo de perder nada. La boquilla es una especie de conducto que parte del aerosol y entra directamente en tus vías respiratorias. Ten en cuenta que no siempre será la solución más sencilla de utilizar. Deberás utilizarla con la boca apretada y con la nariz cerrada entre los dedos. Este no es el tipo de accesorio más indicado para un niño porque exige una serie de maniobras forzadas a las que el pequeño no se acostumbrará fácilmente.
Mascarilla: otra buena opción, pero cuidado con cómo te la pones
Para practicar un tratamiento con aerosol a tu hijo, el accesorio que te aconsejamos utilizar es la mascarilla. Recuerda que la principal desventaja de la mascarilla es el riesgo de dispersión del fármaco si no se adhiere bien a la cara.
Horquilla nasal, un accesorio “raro”
Te presentamos la horquilla nasal: otro accesorio que puedes utilizar para inhalar el fármaco con el aerosol. Recuerda que a este accesorio solo podrás recurrir si necesitas pulverizar el fármaco o una solución fisiológica directamente en la mucosa de la nariz para tenerla limpia. En el mercado no existen muchos modelos: normalmente se tiende a preferir la ducha nasal.
Ducha nasal, solo con aerosol de pistón
La ducha nasal es la mejor alternativa a la horquilla para un aerosol de solución fisiológica: es menos molesta y mucho más rápida. Acuérdate que la ducha nasal solo puede utilizarse con aerosol de pistón y con una presión adecuada.